Buenos días para todo el mundo. Esta mañana vamos a escuchar una obra para órgano muy efectista, yo creo que todos los organistas la tienen en su programa. Juan Bautista Cabanilles fue un compositor y organista del barroco español, nacido en Algemesí, Valencia, en 1.644, y fallecido en 1.712. Como la mayoría de los músicos españoles, comenzó como cantante del coro de una iglesia, y siguió como organista, instrumento estudiado en la carrera sacerdotal, de la que se ordenó. Siendo el órgano su instrumento, compuso para él unas piezas virtuosas y avanzadas para su tiempo, lo que le valió el apelativo del Bach español, ahí es nada.
De hecho, yo conocía esta corrente italiana en su versión organística, instrumento que ofrece gran variedad de registros sonoros y la solemnidad propia de su tañido. Aquí Jordi Savall y su agrupación interpretan esta danza con diferentes instrumentos, y también suena muy bien. Así, Cabanilles suena a violas, violones, tiorbas, un órgano positivo (que se posa, sobre una mesa por ejemplo) y percusión.
La obra comienza en tempo binario, solemne y lento, como una pavana, con un motivo en tono menor repetido dos veces; a modo de respuesta, el tema se transforma de menor a mayor, y concluye con una cadencia perfecta. En 0:42 se retoma el tema, pero con un tinte más juguetón, con el eco de las violas.
En 1:10, la melodía se transforma en ternaria, tomando carácter de gallarda. El tema mantiene su ser, gracias a la tonalidad y a la relación tonal.
En 1:52 la melodía se complica, se vuelve contrapuntística, una técnica muy querida del Barroco que consiste en la repetición sucesiva de los motivos en las diferentes voces, creando un complicado eco.
En 2:04 empieza mi parte favorita, más agresiva y sforzando (atacando las notas) que el resto. Este carácter se ve reforzado gracias a los saltos de la melodía y la velocidad que alcanzan. La melodía se repite alternando dinámicas, forte y piano.
En 2:30 re relaja un poco el carácter, volviendo a la pregunta-respuesta, con notas más largas, que se prestan a los adornos y al lirismo, para acabar con un acorde con la tercera picarda, es decir, en tono mayor, al contrario que el resto de la pieza.
La música Antigua tiene fama de difícil, pero esta pieza es amena, ¿a que sí? ¡Y Jordi Savall lo borda! ¡Y le voy a ver en directo!
La obra comienza en tempo binario, solemne y lento, como una pavana, con un motivo en tono menor repetido dos veces; a modo de respuesta, el tema se transforma de menor a mayor, y concluye con una cadencia perfecta. En 0:42 se retoma el tema, pero con un tinte más juguetón, con el eco de las violas.
En 1:10, la melodía se transforma en ternaria, tomando carácter de gallarda. El tema mantiene su ser, gracias a la tonalidad y a la relación tonal.
En 1:52 la melodía se complica, se vuelve contrapuntística, una técnica muy querida del Barroco que consiste en la repetición sucesiva de los motivos en las diferentes voces, creando un complicado eco.
En 2:04 empieza mi parte favorita, más agresiva y sforzando (atacando las notas) que el resto. Este carácter se ve reforzado gracias a los saltos de la melodía y la velocidad que alcanzan. La melodía se repite alternando dinámicas, forte y piano.
En 2:30 re relaja un poco el carácter, volviendo a la pregunta-respuesta, con notas más largas, que se prestan a los adornos y al lirismo, para acabar con un acorde con la tercera picarda, es decir, en tono mayor, al contrario que el resto de la pieza.
La música Antigua tiene fama de difícil, pero esta pieza es amena, ¿a que sí? ¡Y Jordi Savall lo borda! ¡Y le voy a ver en directo!
Retrato de Isabel de Farnesio, Louis-Michel van Loo (1.739)
ola que tal esta espero que bien recuerdos de todoa la clase (espero que los que lleves este año se porte mejor)
ResponderEliminarHola! Muchos recuerdos para todos de mi parte también. Espero que estéis todos muy bien. Un abrazo.
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