Los viernes... Al cine: Amadeus

¡Hola! Espero que estéis teniendo muy buena semana, con la Navidad a la vuelta de la esquina. Hoy os traigo la reina de las películas sobre compositores, aunque no hay muchas... Es un tema desaprovechado: son interesantísimas la vida de Tchaikovsky, o las de Robert y Clara Schumann, o la de Vivaldi, Verdi, Wagner, ¡Puccini! ¿Dónde están los guionistas? Fuera aparte, Amadeus (1984), dirigida por Milos Forman, cuenta una fantasía sobre la supuesta rivalidad entre Salieri y Wolfang Amadeus Mozart (1756-1791), que aparece algo ridiculizado en ella porque era así como le veía aquel.

Mozart está interpretado magistralmente (es increíble su transformación física y psicológica) por Tom Hulce, y F. Murray Abraham da vida al suspicaz, piadoso y amargado Antonio Salieri. Fue rodada en Praga y en Viena. Amadeus arrasó en los Oscar como Mejor película, Mejor director (Milos Forman), Mejor Actor (F. Murray Abraham), Mejor guion adaptado (Peter Shaffer, autor de la obra teatral), Mejor dirección artística, Mejor diseño de vestuario, Mejor maquillaje y Mejor sonido.

Ya sabés todos que Amadeus no es una biografía del compositor, sino la visión de Salieri. Salieri anhelaba el don divino de Mozart y le amargaba su propia falta de genio, a pesar de sus intensos sacrificios para agradar a Dios. Sí es cierto que Mozart nació en Salzburgo y murió prematuramente en Viena a la edad de 35 años, que conoció la fama pero se apagó acosado por las deudas y con miles de melodías en su interior. El Requiem fue su obra póstuma. Mozart se vio obligado a acometer este encargo, humillado porque el comanditario sería su creador ante los asistentes al funeral de su esposa, y asustado, porque relacionaba a este personaje que se ocultaba de su vista y le visitaba siempre durante la noche, con la muerte, que le requería la misa de requiem para llevarle con ella. Y "gracias" a que Wolfang no pudo acabarlo, se hizo justicia y se le reconoció la composición de esta obra genial, intensísima y maravillosa. Os conté alguna cosa más aquí, en la audición del Dies Irae (Día de la Ira).

El Requiem fue compuesto para la orquesta sinfónica del XVIII (Violines primeros y segundos, Violas, Violoncellos, Contrabajos, Corno di bassetto, Fagotes, Trompetas, Trombones, Timbal, Órgano), coro y voces solistas (soprano, contralto, tenor y bajo). Confutatis maledictis (Reprimidos los Malditos) es parte de la Sequentia, y Mozart pudo terminarlo antes de morir. Este es el texto, cantado por el coro:

Confutatis maledictis,                       Rechazados ya los malditos,
flammis acribus addictis,                  y entregados a las crueles llamas,
voca me cum benedictis.                 llámame con los benditos.
Oro supplex et acclinis,                   Suplicante y humilde te ruego,
cor contritum quasi cinis,                 con el corazón casi hecho ceniza,
gere curam mei finis.                       apiádate de mi última hora.

Esta Secuencia está compuesta en tono menor y utiliza muy apropiadamente los timbales y el contrapunto (las voces se persiguen las unas a las otras), ya pasado de moda en el Clasicismo, pero utilizado en las obras religiosas. También son muy remarcables los contrastes de las voces blancas (agudas) suplicantes (llámame con los benditos) y las masculinas, tan determinantes. Y este fragmento es genial, creo que no hay invenciones de notas, acordes, cadencias, orquestación.

Espero que hayáis disfrutado de este festival de composición. Un abrazo y que tengáis una muy buena semana.